sábado, 15 de noviembre de 2008

Paseando por Montmartre
Sagrado Corazón
Nos llevaron a alojarnos al Hotel, nos dejaron allí y mi yerno con él se marcharon a la primera Comisaría que vieron, ¡un cachondeo! que allí no le pertenecía que era otro distrito diferente que tenía que ir a otra, después de recorrer casi diez kilómetros, ya en otra, menos mal que le hicieron un poco de caso, le hicieron mil preguntas que no podía responder porque todo pasó como un ¡flash!, tuvieron la amabilidad de traerlos hasta el hotel en el coche oficial. Bueno la denuncia está puesta, el dinero en el bolsillo de unos profesionales del robo y mi marido amargado, llegaron al hotel pasadas las 2 de la madrugada, la noche después del disgusto, sin dormir, y al día siguiente ya teníamos tema de conversación, pero….. dije ¡hasta aquí! no ha pasado nada físicamente, el dinero no lo es todo, vamos a empezar a disfrutar de nuestras vacaciones y de nuestro viaje.

Le costó, ya lo creo que le costó, pero conseguí que se fuera alejando de su pensamiento, empezamos a disfrutar y a olvidarnos de una pesadilla de muy mal gusto.

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