domingo, 30 de enero de 2011

Seguimos en LISBOA

Tranvía subiendo al castillo

Vista desde el mirador de Santa Lucía

Al fondo la Catedral

Terminada la comida decidimos subir al Castillo y cogimos el tranvía nº 28 que ¡en que hora!, iba a reventar de personas sobretodo de pié, empezó a subir gente y más gente y a empujar, Tomás miró el bolso que lleva colgado y le vió abierto, gritó ¡¡¡me han robado la cartera!!!, entonces Mónica, mi hija enganchó a tres mangantes por los brazos como pudo y yo empecé a llamar a la policia, gritamos que de allí no salía nadie hasta que no apareciera la cartera y parece que se obró el milagro, porque sí puedo decir que eso fue un milagro, fue cuestión de segundos, tiraron la cartera al suelo y en la siguiente parada, los tres cacos salieron como alma que lleva el diablo, Tomás se quedó blanco, le vino la imagen del primer robo en el metro de PARÍS, que todavía estaba muy reciente del viaje que hicimos a la bella capital y aunque en este caso recuperó la cartera con el dinero, tenía un trauma que hizo que no pudiera disfrutar del resto del día.

Nos bajamos en el Mirador de Santa Lucía para ver la desembocadura del Río Tajo y una vista de la catedral al fondo y después subimos al castillo por las calles empedradas, hechas de adoquines formando en algunos paseos o calles, dibujos, típicas en todo PORTUGAL, era un poco tarde y no nos daba tiempo de ver el Castillo por dentro, lo dejamos pendiente para así tener una excusa y volver otra vez a LISBOA.
Volvimos a coger otro tranvía, esta vez con mucho mas cuidado y sin perder de vista a todo lo que nos rodeaba y llegamos a la Plaza del Rossio, nos bajamos y nos sentamos en una marquesina de la Vía Augusta, aunque corría algo de fresco no se estaba mal, pedimos ese delicioso café y unas queijadas, que por cierto son las más ricas que he probado en toda LISBOA, en la Pastelería Casa Brasileira Fabricación Propia, que no tienen nada que ver con las que compramos en Belém y encima haciendo larga cola y mas caras.

sábado, 29 de enero de 2011

Hoy toca LISBOA

Tranvía típico de la ciudad

Fuente en el Barrio Alto

Elevador de Santa Justa
Día 30 de Marzo (Martes)

Con todo preparado para iniciar lo que sería el itinerario del nuevo día, nos fuímos a reponer fuerzas hasta la hora de la comida, desayunamos y nos llevaron en el coche del Hotel hasta la estación para tomar el tren hacia LISBOA, la amabilidad de la gente nos ayudó a saber el tren que teníamos que coger para no confundirnos e irnos a otro destino. Por fin llegó el tren y a los pocos minutos estábamos en la estación, en LISBOA. Compramos una tarjeta que vale para subir en todos los autobuses y nos fuimos al centro, la primera visita que hicimos fue al elevador de Santa Justa, desde allí pudimos apreciar la panorámica de la ciudad con el mar de fondo desde varios puntos de la plataforma. Nos hicimos unas fotos y bajamos de nuevo en el elevador, nos fuimos a pasear por la Vía Augusta hasta el arcoque desemboca en la plaza del Comercio que está en obras.

Después de 28 años de mi primera visita a este lindo país, creí que ya lo tenía todo visto y pensaba que habiendo otros países por descubrir, que era una pérdida de tiempo, ahora después de mi segunda visita, creo que volveré por tercera vez, si la salud me lo permite, me he hecho este propósito y espero cumplirlo. En mi primer viaje hicimos este recorrido que estamos haciendo, incluyendo Fátima y también añadimos la zona de EL ALGARVE la provincia más turística de PORTUGAL. Me queda la parte norte, que aunque me dicen que no es tan bonita como esta zona, pero creo que aunque sea por ver la naturaleza del norte y las grandes ciudades, la más importante OPORTO, volveré en breve.

Cuando nos cansamos de andar, estaba ya próxima la hora de la comida y buscamos una marquesina en la calle, pués la temperatura no era muy desagradable, corría una brisita entre agradable y amarga, pero nos sentamos al sol que se iba y venía, pedimos para degustar el bacalao que tanta fama tiene y no estuvo mal, nos cobraron 80 €.