miércoles, 2 de marzo de 2011

ALGUNAS FOTOS DEL PAÍS

Detalle de Gárgola de una Iglesia de Évora

Esqueleto en el agua. Évora

Una Calle típica empedrada

Cabo da Roca
Monumento a los Descubrimientos

Sepulcro de los Reyes

Una calle de Sintra

Ayuntamiento de Cascais

Regresamos a España

Templo Romano

Una calle de Évora

Iglesia de Gracia

Nota relevante en este país que estamos dejando atrás, el empedrado de las calles, en algunos casos haciendo dibujos, hace que sea diferente a los demás. Este ha sido mi segundo viaje a PORTUGAL y no descarto, puesto que es un país muy cercano al mío y como ya he dicho repetidas veces a lo largo de mi diario, visitar alguna vez más, pues me han encantado sus gentes, su educación, la amabilidad que tienen y la tranquilidad de su día a día y pienso que están muy preparados para recibir al turismo. Me llamó mucho la atención que en los pueblos por pequeños que sean tienen servicios y bien cuidados para la necesidad y aseo de la gente de la calle y por supuesto no cuestan nada, desde aquí les felicito.

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Se acaban las vacaciones

Jardin de Montserrate

Jardin de Montserrate


Jardín de Montserrate

Día 3 de Marzo (Sábado)
Bueno se acabaron las vacaciones y es hora de volver para empezar la rutina de todos los días, después de bajar las maletas, desayunamos y con un poco de pena nos ponemos en marcha, ya vamos de camino pero sin prisa, hay suficiente tiempo para llegar a casa, vamos pasando por pueblecitos y ya es hora de parar para reponer un poco el estómago y lo hacemos en ÉVORA, capital del distrito del mismo nombre, muy cerca de LISBOA y al sur de Portugal, Patrimonio Mundial de la UNESCO. Ciudad blanca de estrechas callejuelas que en el siglo XV alcanzó la Edad de Oro, al ser la residencia de los Reyes portugueses, tiene una influencia muy profunda de la arquitectura portuguesa en Brasil, los balcones de hierro y las casas blancas decoradas con azulejos.
Después de degustar un plato del famoso bacalao, salimos del Restaurante, dispuestos a callejear un rato por esas callejuelas tan estrechas, pero limpias y aunque solo sea por fuera poder ver los monumentos que nos pillan de paso. Después de un largo y reposado paseo subimos al auto y dirección a casa, con las respectivas paradas de descanso.