Hoy nos levantamos y soy yo la que no se encuentra bien, + de lo mismo, yo opto por no desayunar, nada de pastilla, a medio régimen y me repondré. Viene el guía a buscarnos, vamos en un mini bus con otras personas, salimos hacia el Este de PENÍNSULA VALDÉS. Cuando llegamos a la entrada del Parque, ¡a pagar 40 pesos! ¡como no! para no perder la costumbre. Pagamos y nos levantaron la barrera que no hace mucho tiempo que la han instalado y continuamos hasta llegar al Centro de Interpretación Carlos Ameghino, donde podremos apreciar la historia de la fauna marina y terrestre, nos comenta el guía que entre ida y vuelta unos 500 kilómetros, o sea que echaremos el día completo. No se puede ir a más de 60, pero desde luego por la carretera que fuimos, no se podía ir a mucho mas porque era un camino de piedras, que rebotaban en el bus, por lo que todo el camino fuimos acompañados de un ruido estrepitoso.
Después de visitar el Centro de Interpretación continuamos nuestro recorrido hacia Caleta Valdés, ó Punta Norte, donde se encuentra una colonia de Lobos y Elefantes marinos, durante el recorrido hasta llegar a Punta Norte, tuvimos la suerte de ver muchos Guanacos, Liebres muy grandes, Ñandúes y algún Águila.
Llegamos a Puerto Pirámide, una pintoresca aldea sobre el Golfo Nuevo, aguas cristalinas, paraíso de buceadores y subimos hasta la Punta Pirámide, donde pudimos ver una colonia de Lobos Marinos y fantásticas vistas del Golfo .
Nos llevaron a comer a un Restaurante, muy cerquita de donde estaban los lobos marinos, era buffet y había cordero asado. Teníamos unas vistas preciosas desde el Restaurante. Cuado terminamos de comer pudimos acercarnos hasta lo permitido para observar a los animalitos como descansaban tomaban el sol. En unos minutos salimos de regreso a PUERTO MADRYN, pero como no nos daba tiempo hacer la excursión a Punta Tombo para ver la pingüinada, que yo en particular soñaba con ello, el guía amablemente, me dijo que no me preocupara que me llevaría a ver unos pingüinos, que aunque no fueran 1.500, si me quedaría satisfecha. Desvió la excursión y nos llevó a ver a esos animalitos tan graciosos que hacen las delicias de mayores y pequeños.
Una vez terminada la excursión regresamos a
PUERTO MADRYN, aproximadamente a las 6 h de la tarde. Nos fuimos a pasear por el pueblo y entramos a cenar a un Restaurante, cerca del Hotel, Tomás y Mari Mar, se comieron una cazuela de mariscos, entre otras cosas, al día siguiente los dos indispuestos otra vez.
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