miércoles, 4 de junio de 2008

¡¡¡ Maravillosas Cataratas "!!!













Día 09 de Marzo (Domingo)

Antes de llegar nos dieron un desayuno, el vuelo duró 12 horas. Llegamos a BUENOS AIRES, al Aeropuerto Internacional de Ezeiza a las 7,15 hora argentina (10,15 hora española), nos estaba esperando Silvia, la guía, con un minibús, para nuestro traslado al Aeropuerto Nacional de Aeroparque, junto con tres personas más. Mientras llegaba la hora de embarcar de nuestro 2º vuelo nos tomamos en cafetito argentino y un bollito, eran las 13,30 h española, nos equivocan con la diferencia horaria de ARGENTINA y España y a poco mas perdemos el vuelo hacia IGUAZÚ, nos nombraron por el altavoz y tuvimos que salir corriendo, nos estaban esperando, nosotros creíamos que todavía nos quedaba una hora más.

A las 11,15 horas salimos para IGUAZÚ, siendo la duración del vuelo de 1,40 horas. Según se acercaba a IGUAZÚ, el piloto muy amablemente nos anuncia que va a dar una vuelta para que podamos apreciar las Cataratas de ambos lados, por las dos partes del avión, quedamos muy sorprendidos, porque es la primera vez que nos ocurre y efectivamente así fue.

Nos estaban esperando para el traslado al Hotel Cataratas, 5*, en medio de la selva y a tres kilómetros aproximadamente del pueblo de IGUAZÚ, es una pasada de hotel. El guía que teníamos, Pancho, me recordaba al protagonista de Cocodrilo Dandy, un apuesto hombre. Nos dio un cuarto de hora para dejar las maletas y empezar nuestra aventura.

Hace un calor sofocante, la humedad está muy alta, venimos de un clima de invierno suave y no se puede soportar la temperatura agobiante. Nos cambiamos de ropa, pasamos a la de verano y nos vamos con Pancho, el guía que nos acompañará durante todo el recorrido en IGUAZÚ, a ver las CATARATAS DE IGUAZÚ, lado de BRASIL, paramos en la frontera, tiene que hacer los pases pertinentes, seguimos nuestro camino, pero nos indica que si queremos comer antes de iniciar nuestra visita a las Cataratas que podemos hacerlo en un Restaurante que dan buena calidad, por módico precio, ya que es domingo y cobran 50 pesos por persona, (10 €) con buffet libre, se llama Rafain, es un restaurante muy conocido, sobretodo los días de diario por el espectáculo que ofrecen muy variado de varios países vecinos por 120 pesos por persona, con cena incluida.

Después de una apetitosa y variada comida, nos dirigimos al Parque Nacional de Iguazú, nos dice el guía que preparemos 40 pesos p.p., nos quedamos un poco sorprendidos porque después de pagar una burrada por el viaje, empezamos a soltar dinero, ¡esto solo era el principio!, empezamos a andar y a pocos pasos avistamos los primeros chorros de agua, que si bien quedas sorprendido, a medida que te vas acercando, el corazón se va acelerando de la grandiosidad de la naturaleza, es un gran espectáculo, considerado como una de las maravillas del mundo, es un fenómeno producido por la unión de los ríos IGUAZÚ y PARANÁ. Compartidas por ARGENTINA y BRASIL, la Garganta del Diablo es el límite entre estos dos países. Cuentan con 275 saltos de agua y han sido declaradas Patrimonio Nacional de la Humanidad por la UNESCO, el Parque Nacional se creó para proteger la selva subtropical que rodea las cataratas, así como todas las especies de flora y fauna que habitan en la misma.

Terminada la visita espectacular de las Cataratas, lado BRASIL, Pancho nos dejó en el Hotel, nos quedaba toda la tarde libre, por lo que decidimos dar una vuelta y conocer el pequeño pueblito de IGUAZÚ a tres kilómetros del Hotel. Nos recomendó coger un taxi o el Bus, que paraba justamente enfrente del Hotel, decidimos coger un Taxi, nos dejó en la calle principal y única, pues la verdad es que el pueblo es muy chiquito, nos cobró 2 €, propina aparte, dimos unas cuántas vueltas viendo tiendas hasta que nos cansamos, decidimos ir a cenar a un Restaurante que nos había aconsejado el taxista, la verdad es que cenamos muy bien, (salmón + buffet de verduras) y sólo nos costó unos 10 € aproximadamente, nos pareció muy barato, dada la cantidad y calidad de los alimentos. Nos levantamos y al salir del Restaurante, vimos la parada de Bus enfrente, decidimos subir, no daba crédito a lo que mis ojos estaban viendo, unos jóvenes se levantaron del asiento como si tuvieran un resorte, invitándonos a sentarnos con insistencia, me quedé clavada, como si me hubiesen echado un cubo de agua fría, esto en mi país hace mucho tiempo que no pasa, con una educación exquisita, pero lo mejor es que se levantó un señor mayor y le ofreció el asiento a Tomás, le dijo que no, que íbamos a llegar al Hotel enseguida, pero aún así hasta que no le vio sentado no quedó satisfecho. ¡Vaya educación! hace mucho que no veo eso……

No hay comentarios: