jueves, 5 de junio de 2008

Cataratas del lado de Argentina















Día 10 de Marzo (Lunes)

Nos despiertan a las 6,30 horas, bajamos a desayunar, viene Pancho a la hora indicada a recogernos, hoy la caminata es mas larga, vamos al gran espectáculo del lado de ARGENTINA. Hace un calor sofocante, llegamos al Parque, y al igual que el otro, le damos a Pancho otros 40 pesos por persona, para poder entrar, allí, nos salieron unos animalitos muy simpáticos, los coatíes, que hicieron las delicias de los allí presentes. Entramos y nos desplazaron en un tren hasta donde empiezan las pasarelas y empezamos la caminata guiada, acompañados de muchas mariposas de preciosos colores que revoloteaban alrededor nuestro siguiendo nuestro recorrido.

Lo primero que vieron mis ojos, unos paisajes preciosos y un cocodrilo, seguimos por las pasarelas y ¡oh! los ojos se llenan de agua, ¡qué espectáculo! no cabe tanta agua en mis ojos, ¡que maravilla! siguen los saltos, cada uno lleva su nombre, la Garganta del Diablo es lo más espectacular, 80 metros de altura, un ruido que te hace vibrar, ¡que sensación! por mucho que se pueda apreciar en un documental, la sensación de vivirlo en vivo y en directo no se puede igualar.
Nos apuntamos a una aventura (120 pesos por persona), por si las moscas nos compramos unos impermeables, parecíamos fantasmas. Creyendo que nos íbamos a mojar un poquito, nos lanzamos a la dichosa aventura, la lancha iba a toda pastilla y encima volteando lateralmente, pero lo peor fue el remojón impresionable que nos dieron, nos metieron justo debajo de una de las cascadas que caían con mas fuerza, bueno yo que me había atado el impermeable por todas partes…, me entró el agua por las mangas, me puse de cintura para abajo como una sopa, las gafas me las tuve que quitar porque las perdía, me entró tanto agua en los ojos que no pude disfrutar absolutamente nada de las cascadas.
Terminada la aventura en el agua, nos esperaban cien escaleras para alcanzar la superficie y allí nos esperaba un camión para llevarnos, por un camino de tierra y atravesando toda la selva, hasta la otra punta, terminando en un Restaurante, era la hora de la comida, no tuvimos la suerte de ver ningún animalito por el camino. Nos sentamos a comer en el Restaurante y con nosotros se sentó una guía de BUENOS AIRES que venía haciendo turismo, Mariela, cambiamos impresiones de los respectivos países. Pagamos 166 pesos por la comida de los tres + la bebida de la guía, ella como tal tenía pagada la comida, buffet libre.
Nos trasladaron al Hotel y mientras que esperábamos que Pancho nos viniera a recoger para ir al Restaurante Rafaín, pasada la frontera de BRASIL, para la cena y espectáculo, hicimos una pequeña tourné por el hotel para ver sus instalaciones y lo que nos estábamos perdiendo por no echar el bañador en la maleta, es un hotel muy pero que muy completito, no le falta detalle. Por fin llega Pancho y nos vamos. Dos horas ininterrumpidamente de buen espectáculo, representación del folklore de varios países vecinos. La cena buffet muy buena, lástima que Tomás no se encontraba bien y tuvo que atenerse a un poco de arroz blanco con un poco de zanahoria, ¡con los manjares que había! ¡se lo perdió! El espectáculo muy completito y muy vistoso, pasamos la noche muy distraída. Pagamos por todo 120 pesos por persona. ¡Ah! Pancho vino acompañado de su bonita y joven mujer. Regreso al hotel en una noche maravillosa y a soñar con el ruido del agua.

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