SEGUIMOS EN LA CIUDAD DE ORCCHA

Niños en la noche
Niño abandonado
Templos hindúes

Vamos hacia un Templo hindú para enseñarnos como viven la religión de ellos, por las calles hay puestos, mucho puestos, venden cosas y también alimentos, para ofrecérselos a sus dioses, antes de entrar en la mezquita y al final de la calle hay una plaza, donde está todo el mundo durmiendo en el suelo, la mayoría son viejecitos, los llaman Santones, se puede apreciar sus cuerpos, parecen esqueletos, no podemos fotografiar, el espectáculo es deprimente, tenemos que ir salteando para no pisarlos, la gente nos mira y mucho, conseguimos llegar a la mezquita, nos tenemos que descalzar, un señor nos guarda los zapatos en una caja con llave, no sirve ponerse los plásticos en los pies, accedemos a dentro, parece un musical, todo el mundo cantaba y gritaba con los brazos en alto, según íbamos avanzando la gente nos miraba, se volvían, allí había personas mayores, jóvenes, niños, de todas las edades, estamos un rato mientras Kamlesh reza sus oraciones y después pasamos donde están sus dioses, nos da agua del Río Ganges en las manos para que nos mojemos la cabeza y al mismo tiempo bebamos, así nos purificamos, nosotros lo echamos en el pelo y hacemos que bebemos, nos dan a comer como una especie de....., hicimos que comíamos.

Después de esta experiencia única, volvemos al hotel y de regreso pasamos por alguna tienda con poca apariencia y mucho polvo. Marimar compró un segundo muñeco, por el camino, de nuevo apagón de luz, caminamos bajo la luz de la luna.