CAMBIAMOS AL DÍA 21

Día 21 (Miércoles)

La noche ha sido más tranquila en cuánto al ruido de los motores. El barco está atracado en esta ciudad de EDFÚ. Hoy nos llaman a las 6 de la mañana y como de costumbre a las 6,30 h el desayuno, como siempre buenísimo, desembarcamos a las 7 h, y aún sin ver por dónde vamos y con la legaña puesta, ya empieza el atosigamiento de querer vender, yo me pregunto ¿cuándo duerme esta gente? … subimos al Minibús que nos lleva a 10 minutos aproximadamente al Templo de Horus en EDFÚ está dedicado al dios halcón Horus. Creo que es un Templo muy completo y se puede apreciar muy bien el arte, me ha gustado mucho. Nos hacemos la foto del grupo.

Al salir del Templo nos acosaron de tal manera que nos vimos envueltos en una tienda donde al final compré dos camisetas sin saber como y por qué, creí que no salíamos de allí, dejé bolis, caramelos, etc. etc. y me pedían más y más, “para mi esposa, para mis hijos, que tengo muchos”, al final pudimos salir corriendo al Minibús y finalmente al barco, embarcamos rumbo hacia KOM OMBO, durante el viaje aprovechamos para echar nuestra partidita.

Una vez allí, en KOM OMBO visitamos el Templo de Sobek y Horus (dedicado al dios cocodrilo y dios halcón, respectivamente) está en ruinas, pero resulta imponente por su ubicación cerca del río Nilo, dispone de dos entradas paralelas entre sí en la fachada principal y cada una de ellas corresponde a un Templo.

Terminada la visita embarcamos y fuimos rumbo a la ciudad de ASSUÁN, mientras descansábamos esperamos la hora del té, la noche iba a ser un poco larga, nos esperaba la fiesta de los disfraces después de la cena.

Y….. llegó la hora de la cena, todo el mundo bajaba disfrazado al comedor, con sus chilabas y atuendos en la cabeza, vestidos para la ocasión (en el barco íbamos italianos y españoles), era todo un espectáculo, hasta los mismos guías iban disfrazados ¡¡ pero que digo !! si es su traje habitual cuando no ejercen de guías.

Hubo cena egipcia (por cierto muy buena) y después baile egipcio, concursos que por supuesto ganaron los italianos (eran mayoría y además el dueño del barco era italiano, el tongo estuvo clarísimo). Pero bueno lo importante es que lo pasamos de locura, nos reímos muchísimo, Mari Mar se desmadró bailando el baile egipcio, parecía que estaba hipnotizada, estaba metida en el baile de tal manera que yo creo que olvidó que había gente alrededor. Yo en el concurso quedé la quinta, me echaron las italianas, era de esperar. Después baile, más concursos, Carmen quedó la segunda y de premio una bebida “colora”. No trasnochamos mucho porque al día siguiente tocaban diana.