martes, 23 de febrero de 2010

Descansando en el Hotel

En la piscina
En el Hotel The Gateway. Agra
Mussaman Burj

Mari Mar se encuentra un poco mal, creo que el aire acondicionado del coche y del hotel no le han ido bien, después de venir sofocados de la calle a una temperatura de cerca de 40º, decide echarse un rato a descansar para estar un poco aliviada par la cena, mientras nosotros, con las altas temperaturas, decidimos aprovechar la bonita piscina del hotel, refrescándonos un poco y descansando, el agua estaba calentita.
Después del estupendo baño, conseguimos aplacar un poco el agobiante y sofocante calor, subimos a buscar a Mari Mar, seguía estando mal, pero se atrevió a salir y fuímos a probar fortuna, a ver si teníamos mejor suerte, solo queríamos cruzar enfrente por distraernos un rato, ya que había un Gran Bazar, al momento y tras cruzar la barrera de seguridad del hotel ya teníamos un
montón de gente ofreciéndonos su servicio, bien de motocarros o taxis, a lo que dijimos que no que solo pretendíamos cruzar enfrente y un viejecito con su motocarro nos dijo que no teníamos que pagarle dinero que nos llevaba gratis a otras tiendas, porque allí en el Gran Bazar era todo muy caro, todo para que subiéramos en su motocarro y llevarnos a otras tiendas donde le darían una comisión, aún sin comprar, pero no queríamos irnos muy lejos del hotel y conseguimos a duras penas deshacernos de él y de los demás e intentamos cruzar la carretera, ¡¡¡¡ sí !!!!, eso digo, intentamos, la odisea para cruzar fue horrible, coches sin luces, era anochecido, motos, bicicletas sin luces, ¡es un deporte de alto riesgo!, a Tomás le pasó un coche rozando, tuve que tirarle de la manga de la camisa, por fin conseguimos atravesar una parte y llegar a la mediana, ahora vamos al segundo intento para llegar al otro lado de la calzada para así llegar a la tienda, al final cruzamos. Nos arrimamos al escaparate para mirar lo que había y de pronto nos sale un batallón a la puerta, ¡sí! bien digo un batallón de personal, invitándonos a pasar, nos decía "solo mirar", "solo mirar", al final entramos, nos vimos rodeados y empezando a regatear, al final compramos un muñeco típico de la india para cada una y unas camisetillas para mis nietos, ¿os imagináis para volver al Hotel sanos y salvos. Después de cenar nos relajamos jugando una partidita, que como de costumbre ganó el de siempre.

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