domingo, 1 de julio de 2007





Día 10 de Abril

Como es costumbre después de desayunar, nos llevaron camino del Puerto de Guilín, para embarcarnos en un crucero a lo largo del recorrido del Rio Li, de 88 km. entre Guilín y Yangshuo, itinerario flanqueado por montañas calizas, el paisaje impresionante, espectacular, de entre las montañas brotaban pequeñas cataratas de agua que nos acompañaban en el recorrido. Según voy en el barco, tengo tiempo para todo, para admirar tanta belleza como ya he dicho y también para pensar que estoy muy lejos de mis hijos, mis nietos, de mi familia, me entra un agobio que me falta hasta la respiración, ¡pero mejor no pensar en la distancia y disfrutar el momento! Es que ¡¡¡estoy muy lejos de mi tierra!!!

Hoy hemos batido el récord de comer muy “templano” a las 11,30 h y el que no tenga ganas, ya sabe se queda sin comer, marica el último, yo fui de las últimas. Comida china pero no se parecía en nada a la de los Restaurantes donde hemos comido, cogí de lo que más me gustaba y sobretodo “veldura”, mucha “veldura”.

Al final del crucero y después de + de 5 horas de crucero, nos desembarcaron en el pueblecito de Yangshuo, todo lleno de tiendas, esperando al extranjero como alma en pena, para poder llevar a casa algunos yuanes. Calor sofocante, nos dieron 1 hora, no podíamos descansar, si queríamos hacer algo, compramos algunas cosillas, después del típico regateo, pero estábamos derrotados por el calor, la humedad y el atosigamiento de las gentes que intentaban por todos los medios vender algo. Mari Mar compró un montón de pañuelitos del cuello, que no merecían mucho la pena, por 10 yuanes, que luego regaló al grupo, los compró con tal de quitarse al vendedor de encima. Después nos llevaron a comer en Autobús ya de regreso a Guilín, ésta preciosa ciudad de 6.000.000 millones de habitantes, clima templado, lagos, ríos, llanuras y suaves colinas componen su belleza, que hacen de ello un paisaje indescriptible, hay que vivirlo para sentir tanta naturaleza.

Aquí acusamos mucho el calor, nada parecido a la temperatura del norte de China, con mucha humedad.

A continuación, que ya era por la tarde, nos llevaron a ver unas cuevas preciosísimas, La Cueva de la Flauta de Caña, tiene un apartado al fondo que se ve New York reflejado en el agua, iluminado por la noche, muy bonito.

Cuando nos dejaron en el Hotel nos fuimos todo el grupo a que nos dieran un masaje, un matrimonio (Paco Miralles y Brígida) y Tomás y yo escogimos el masaje entero y el resto del grupo eligieron sólo el de pies. Fue una gozada, a Tomás le “sobó” una joven chinita muy linda y a mí un joven muy guapote, nos dejaron nuevos durante una hora y cinco minutos, y después nos dieron a beber el té verde , famoso en China, después se despidieron de nosotros, con una bonita reverencia. La verdad que el sitio era muy bonito y acogedor y parecía una escuela de estudiantes. Todos muy jóvenes e igualitos.

Con el cuerpo en forma nos fuimos a cenar a un restaurante que servían cena continental, cenamos bien y sobretodo muy bien atendidos por cuatro chinitas que no paraban de mirarnos, pero ninguna se quería venir a España. Después del café nos fuimos al lago a ver las pagodas iluminadas ¡¡¡que pasada!!! de ensueño, parecía el paraíso, me quedé extasiada, nos quedamos…Al fondo las pagodas iluminadas, delante el lago y un barquito paseando a la gente, el puente todo iluminado, no tengo palabras…Después de admirar tanta belleza nos dimos un paseo por la calle peatonal, compramos en los puestecillos una maleta y dos collares, Mari Mar muchos collares y una maleta. Nos fuimos a la cama.

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