Después de recoger nuestras maletas, buscamos al guía de CATAI, un joven muy agradable, que nos dio instrucciones durante los días a seguir y que después ya no veríamos más. Nos llevó al Hotel TAJ PALACE para nuestro alojamiento. Al salir a la calle, había oído tanto hablar del mal olor de la India, que esperaba tener que ponerme una mascarilla porque no lo iba a soportar, de momento no percibí nada, sí es verdad que según íbamos saliendo del Aeropuerto, empecé a ver todo levantado, las calles como muy mugrientas y escasez de luz, era casi de noche.

Llegamos al Hotel, un señor que nos abre la puerta del coche, otro que saca las maletas, otro que las lleva a recepción, otro que las sube a la habitación, otro que entra a enseñarte ¿? como funcionan las luces, etc. tienen bien aprendida la lección para participar todos de una propina.

El Hotel muy bueno, la habitación muy bonita, con todo el miedo que teníamos, sobre todo mi marido, empezó a respirar cuando vio que las instalaciones del Hotel estaban muy limpias. Nos acostamos sin tardar mucho, porque al día siguiente empezaba nuestro gran paseo por el Rajastán, una parte de ese gran país como es LA INDIA.