sábado, 3 de noviembre de 2007



Día 23 de Septiembre (Domingo)

Como digo madrugamos para perdernos un ratito por el pueblito y sacar algunas vistas antes de ponernos en marcha hacia Andorra la Vella, estaba nublado, pero hacía muy buena temperatura.

Nos subimos al coche y salimos hacia Andorra que como estaba muy cerquita no tardamos en llegar, pasamos la aduana, donde los Guardias aduaneros se estaban poniendo las botas registrando a los que iban en sentido contrario a nosotros, o sea a los que entraban a España. Pasamos por el gran pueblo Seo de Urgel, sin visitarlo, pues no quisimos perder más tiempo, queríamos llegar pronto al centro de la ciudad de Andorra, lo que sí hicimos fue parar en Sant San Juliá de Lóira en los primeros grandes almacenes que vimos, para estirar un poco las piernas, pasar por los lavabos y hacernos una idea de lo que allí había. Era un ir y venir de mucha gente, subían, bajaban, todo el mundo con grandes bolsas, yo la verdad es que no ví ninguna ganga, pero como nuestro fin no era el de comprar, seguimos hasta el centro.

Aparcamos en un parking público para estar más tranquilo, porque allí también existen las zonas azules y nos adentramos en la ciudad para saborear un poco lo que es Andorra. Estuvimos paseando a lo largo de la calle llena de tiendas, hasta llegar a la iglesia del pueblo, estaba muy oscura y la verdad es que no me gustó. Recorrimos un poco la ciudad, que aunque no es muy grande, pero tiene unos alrededores muy bellos y cuando nos cansamos de pasear nos fuimos a comer, nos metimos en unos grandes almacenes, muy parecidos al Corte Inglés de aquí y nos subimos a la Cafetería, había Buffet libre y allí repusimos fuerzas para seguir nuestro camino.

Salimos hacía las 16,30 h camino de Lourdes, pasando la frontera de Andorra-Francia, con una fila interminable de coches, que tardamos una hora larga en pasarla, aunque los guardias no paraban, pero había que aflojar la marcha al pasar por la aduana, por fin pudimos emprender el camino a una velocidad más normal, adentrándonos en los Pirineos, por una buena carretera, ¡eso sí! llena de curvas y más curvas, pudiendo admirar tan bello y espectacular paisaje que ofrece la zona. Cuando empezó a anochecer, buscamos alojamiento, pero queríamos quedarnos lo más cerca posible de Lourdes, entonces se nos hizo de noche y a 100 km. aproximadamente paramos en un hotel en carretera, como era de esperar, mientras que contratábamos la habitación, pude leer un cartel que decía “comedor fermé”, por lo que esa noche hicimos un poco de régimen, ya que todavía nos quedaban algunas manzanas, y unas papas fritas que había comprado, ¡estos franceses son la repera! ¡¡¡se acuestan antes que las gallinas de mi pueblo !!!, como tampoco entendíamos la televisión, a la cama tempranito que mañana hay que madrugar.

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